Los productores no quieren el corte de rutas, siguen restringiendo la comercialización de granos pero necesitan un nuevo plan

Desazón, fastidio y preocupación hay entre los productores agropecuarios. Pero también racionalidad, y esto impide que el conflicto, hasta ahora, se descontrole, pese a las invitaciones de los Kirchner a que alguien pierda los estribos.
Desazón porque no consiguen comprender la decidión gubernamental de no negociar.
Fastidio porque esto los obliga a desatender sus tareas específicas y continuar con un conflicto que creían que estaría superado a fines de mayo.
Preocupación porque ignoran hasta dónde seguirá la escalada bélica de los Kirchner.
Hay coincidencia en que se necesita un nuevo plan de movilizaciones y protesta, que siga reflejando la unidad de las entidades gremiales agropecuarias y el objetivo de no renunciar a sus reivindicaciones.
Esto es lo que quedó en evidencia desde Gualeguaychú (Federación Agraria) hasta San Pedro (Sociedad Rural).
En medio de un malestar creciente de los productores agropecuarios, el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) de Gualeguachú, Alfredo De Angeli, comunicó que, en el futuro, las "medidas van a ser progresivas" y convocó a una nueva reunión de delegados a las 19:00 para tratar qué hacer con el transporte internacional.
"Como primera medida, les pido a los productores de granos, cooperativas y empresas comercializadoras que no compren y que no vendan granos de exportación. Traten de no cargar (en los camiones). Va a haber vigilia en todas las rutas", afirmó.
"Pido perdón a la Presidenta si la ofendí", dijo el asambeista, ante una pregunta de un cronista de la TV, al terminar una espontánea conferencia de prensa. "Le pido disculpas, yo sólo quise decir la verdad. Negociemos, por favor, y resolvamos los problemas del país".
Antes, De Angeli, criticó nuevamente las retenciones, a las que caracterizó como un "castigo al campo" y las compensaciones, "las burocracias que ellos instalaron", que ofrece el Gobierno.
Precisamente el precio de la leche es un ejemplo de lo mal que funciona la política sectorial gubernamental, más allá de la soja.
Los valores pagados en las principales cuencas lácteas argentinas siguen congelados desde hace 8 meses (en un rango que oscila entre 0,78 y 0,85 $/litro).
"El nivel de precios dejó de ser rentable y ya está generando una retracción de la oferta del producto", informó Julio Aimar, miembro de la Mesa de Productores Lecheros de la provincia de Buenos Aires, a la página web Infocampo.
"La sequía, los altos costos y los bajos precios que reciben los productores proceden a dar vida a la desgraciada curva de disminución de la oferta a pasos agigantados", agregó Aimar, para luego agregar que "es realmente imposible que continuemos produciendo en estas condiciones".
A mediados de marzo pasado, en el conflicto agropecuario la lechería integró la agenda de las negociaciones, pero no se concretaron avances, según Daniel Villulla, gerente de la Cámara de Productores Lecheros de la Cuenca Oeste (Caprolecoba).
Hasta la fecha, el gobierno distribuyó aportes no reintegrables a tamberos por un total de $ 52,5 millones, que provienen del fondo compensador lácteo. Pero a la fecha ese fondo habría recaudado $ 320 millones.
El 13 de febrero de 2007 comenzó a regir la resolución 61/07 del Ministerio de Economía, que estableció un valor máximo (“precio de corte”) para las ventas externas de leche en polvo entera. La diferencia entre ese valor máximo y el precio de exportación FOB debía destinarse –según indicó la norma– a un fondo compensador que luego sería redistribuido entre los productores lecheros. Pero hasta ahora la mayor parte de esos recursos siguen en manos del gobierno.
En las bonaerenses Saladillo -rotonda de las rutas 205 y 51-, y 25 de Mayo, sobre la ruta 51, los manifestantes impiden el paso al transporte de carga, según la Confederacion de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
En Paraná, Entre Ríos, en el acceso al túnel subfluvial, los productores tienen previsto impedir el paso de camiones con cereales y oleaginosas.
Sin embargo, el presidente de la Sociedad Rural de San Pedro, Raúl Victores, junto a dirigentes de Ramallo y Baradero, intentan "contener a la gente porque están todos muy impacientes; quieren tomar medidas ya sin evaluar los costos que éstas podrían tener".
"Estamos tratando de hacer entender a los productores la estrategia del gobierno nacional. Si no pensamos bien los pasos a seguir esto puede terminar mal porque acá nadie va a aflojar", dijo Victores.
La estrategia oficial consiste en impacientar a las “bases” para que éstas –al no encontrar respuestas luego de casi 80 días de reclamos– se descontrolen y no respondan a las directivas de la dirigencia nacional; una vez logrado ese objetivo, procederían a deslegitimar a la dirigencia del agro para luego desactivar por completo a las asambleas más “mediáticas”, explicó Victores, quien coincidió en eso con Alfredo De Angeli. El titular de Federación Agraria de Gualeguaychú, Alfredo De Angeli, manifestó que “hace 76 días que empezó la lucha y fueron cambiando las modalidades” y consideró que hoy “puede cambiar también” la manera de manifestarse de los ruralistas. De Angeli admitió que ante el rechazo del gobierno de continuar con las negociaciones, su primer impulso fue el de volver a la ruta pero, dijo, "tenemos que respetar a las entidades que nos representan y no entrar en el juego de quienes nos quieren dividir".

fuente: urgente24