La tan de moda disciplina oriental no es una técnica para ser el mejor acróbata en la cama.
Con ella se adquiere un estado de conciencia espiritual. En dos palabras: amor consciente.
Desde hace cinco años asistimos al boom del tantra, una técnica milenaria que en la antigüedad se empleaba para sanar y como vía de longevidad. La palabra se ha colado hasta en nombres de hostales, cafés, empresas textiles y suites de hoteles, pero ¿sabemos qué es el tantra?
"Es el yoga que nos enseña a encauzar y dominar las energías, una enseñanza para ser conscientes de nuestro ser y de la actividad sexual", explica el introductor del tantra en España (en 1971) y pionero en la enseñanza del yoga, Ramiro Calle. Se trata de liberar la mente para lograr una apertura espiritual y afectiva que nos permita lo que los practicantes denominan "sentimiento de amor cósmico". Este yoga está muy lejos de la interpretación del kamasutra que a veces se ha entendido y difundido por tantra.
La postura recomendada
Tanto la terapeuta sexual e instructora de tantra y tao Emmanuelle Temis como Ramiro Calle coinciden en que existe mucho engaño en bastante información y en demasiados cursos de tantra, "hay más caraduras por metro cuadrado de lo imaginable".
Sólo existe una postura erótico-ritual recomendada por el tantraPara estos especialistas, el tantra yoga nada tiene que ver –como nos hacen ver esos falsos instructores– con manuales eróticos.Profundizando, sólo existe una postura erótico-ritual recomendada por el tantra: la mujer sentada sobre el hombre, ambos con las piernas dobladas, en postura meditacional, alineando todos sus centros nerviosos o chakras, para que haya una comunicación entre el cuerpo y el alma.
"Mirarse a los ojos es lo fundamental –dice la profesora Temis–, así que cualquier postura que facilite esto es buena, porque, a través de la mirada, se produce el intercambio energético de alma a alma". Otros gestos, como las caricias o los abrazos, también son muy útiles en esta actividad. Llevarlo a la práctica es sólo cuestión de voluntad, energía y tiempo.
Lo que hay que saber antes de...
Es un largo camino el que ha de seguirse para llegar a tener una relación sexual tántrica verdadera. En ella hay penetración, ya que este yoga usa los placeres carnales. Los que quieran llevarlo a cabo han de tener cierto conocimiento del yoga físico, la respiración, las posturas, los chakras y la filosofía yogui. Una vez logrado esto, ya se puede tener una relación. Los practicantes de tantra adoptan posturas en las que ambos están de frente, alineando sus puntos de energía y variando mucho las posturas para alargar la cópula lo máximo.
El tantra como fuente de alivio
Aunque la única postura erótica que el tantra recoge es la de la mujer sentada a horcajadas sobre el hombre, la profesora de tantra Emmanuelle Temis defiende otra teoría. Dice que la persona que posee la energía es la que debe estar arriba, no necesariamente la mujer, ya que puede ser el hombre el portador de ella y que la mujer la que sufra alguna dolencia. Si se realiza bien la relación tántrica, la persona que se sitúa debajo puede llegar a ver aliviado su dolor.
Los chakras
Chakra I. Muladhara. Situado entre los genitales y el ano, se relaciona con la supervivencia, el instinto y la seguridad.
Chakra II. Swadhisthana. Ubicado en la zona del ombligo, se corresponde con lo sexual y lo creativo que posee cada ser humano.
Chakra III. Manipura. También llamado chakra plexo solar, dada su posición, se relaciona con energía, asimilación y digestión. Un loto que tiene diez pétalos lo recrea.
Chakra IV. Anahata. Conocido también como chakra corazón por el lugar en el que se halla situado, se corresponde con la emoción, la compasión, el amor, el equilibrio y el bienestar.
Chakra V. Vishudha. Este centro de energía también recibe el nombre de chakra garganta (es donde se sitúa) y se relaciona con la comunicación y el crecimiento.
Chakra VI. Ajna. Éste es el más conocido de todos, sobre todo por su otro nombre, chakra tercer ojo, ubicado entre los dos ojos. Tiene que ver con el tiempo, la percepción y la luz. Se representa con un loto de dos hojas.
Chakra VII. Sahasrara. También llamado chakra corona, y situado en la cabeza, se relaciona con el sentido. Éste el chakra maestro, ya que es el que controla a los otros seis. Un loto con mil pétalos es la imagen que representa a este centro.
Chakra II. Swadhisthana. Ubicado en la zona del ombligo, se corresponde con lo sexual y lo creativo que posee cada ser humano.
Chakra III. Manipura. También llamado chakra plexo solar, dada su posición, se relaciona con energía, asimilación y digestión. Un loto que tiene diez pétalos lo recrea.
Chakra IV. Anahata. Conocido también como chakra corazón por el lugar en el que se halla situado, se corresponde con la emoción, la compasión, el amor, el equilibrio y el bienestar.
Chakra V. Vishudha. Este centro de energía también recibe el nombre de chakra garganta (es donde se sitúa) y se relaciona con la comunicación y el crecimiento.
Chakra VI. Ajna. Éste es el más conocido de todos, sobre todo por su otro nombre, chakra tercer ojo, ubicado entre los dos ojos. Tiene que ver con el tiempo, la percepción y la luz. Se representa con un loto de dos hojas.
Chakra VII. Sahasrara. También llamado chakra corona, y situado en la cabeza, se relaciona con el sentido. Éste el chakra maestro, ya que es el que controla a los otros seis. Un loto con mil pétalos es la imagen que representa a este centro.
