El sistema de cloacas de Casares a punto de colapsar

En muchos puntos de la ciudad el agua servida brota de las alcantarillas, los vecinos se quejan del olor que despide y esto afecta diariamente su calidad de vida como así también la salud. Las fallas en la planificación de las obras han derivado en un problema que está a punto de reventar y mientras se gestionan soluciones, ABSA no responde. Por qué ocurre y cuál es la salida, si la tiene.


Diversas gestiones gubernamentales se han ocupado del sistema cloacal en nuestra ciudad durante los últimos años pero poco y nada se ha logrado. Es por esto que el sistema ya no da más y está a punto de colapsar.
En principio en la década del sesenta se diseñó una red que cubriera lo que entonces era casi todo el plano urbano, pero que hoy es sólo el casco céntrico. Con los años el nivel del trazado fue superado y debieron sumarse más cuadras que no estaban previstas en el bosquejo original. Cuando más se aleja de las calles del centro, el problema es más grave y crece día a día.
La construcción de viviendas en Carlos Casares es un fenómeno que ha aumentado de manera incansable durante los últimos años, pero esto no fue acompañado fehacientemente por las obras cloacales que requería cada caso. De manera tal que el problema se fue agravando al sumar cuadras a un sistema que no lo tenía previsto. Hace falta una nueva red independiente de la actual para que el problema deje de expandirse.

LOS BARRIOS DAMNIFICADOS

En los últimos años en varios puntos de la ciudad se han detectado problemas cloacales importantes. Los vecinos llamaron a las autoridades de ABSA (Aguas Bonaerenses S.A.) en busca de una respuesta definitiva que nunca llega, sólo paliativos de limpieza mientras que la problemática persiste.
El olor nauseabundo que surge cuando rebalsan los drenajes que están ubicados en cota mas baja es insoportable, y las calles se inundan del agua servida que puede ser la conductora de varias enfermedades graves. Cada vez que ocurre, la protesta se hace oír pero eso no significa que la empresa vaya a solucionar un problema que le corresponde y por el que está cobrando una tasa.

EL SISTEMA NO FUNCIONA

Cuando se trazó la red cloacal se tuvo en cuenta a las principales calles de la ciudad que luego comenzó a expandirse, al igual que el problema. Resulta que el nivel en el que están colocados los caños por debajo de la calle es muy alto y con el alejamiento de la construcción, el sistema se queda sin declive y por ello es que el municipio ha solucionado estos problemas construyendo plantas de bombeo que permiten sumar las nuevas cloacas de algunos barrios como el Solidaridad y el barrio Huracán, a la red primaria, pero todo tienen un limite, y este parece estar muy cerca, demasiado.

LAS LLUVIAS Y EL VERANO, UN PROBLEMA

Las limitaciones que tiene la red quedan en evidencia en un día lluvioso ya que muchos desagües pluviales están conectados indebidamente a las cloacas, incluso de algunas calles y los caños absorben toda el agua de las precipitaciones. El sistema no da abasto a desagitar semejante caudal y comienza a subir el nivel hasta rebalsar en las tapas más bajas. Cada vez que caen algunas gotas en la ciudad, hay al menos un barrio que sufre las consecuencias del rebalse en las alcantarillas.
En temporada de piletas también crecen los inconvenientes ya que el vaciado de las piscinas es derivado también indebidamente a la red de cloacas y la insuficiencia es visible en varios puntos de la ciudad.

LA RESPONSABILIDAD

Desde la empresa ABSA, encargada de solucionar el problema, no se han dado respuestas aunque los reclamos crecen. Si bien desde el municipio han planteado este inconveniente ante las autoridades provinciales y nacionales, no hay intención de invertir.
El costo de las mismas es de gran magnitud, se habla de dos millones de dólares, ya que no sólo se necesitan nuevas obras sino también una reestructuración total de las que ya están. Las bombas encargadas de descomprimir todo lo que ingresa tiene una total falta de mantenimiento y algunas directamente no funcionan. La intención del Intendente Omar Foglia es dar un vuelco definitivo al tema y para eso se encuentra gestionando una obra importante a nivel provincial y nacional, pero hasta ahora sin respuesta. El proyecto es uno de los fundamentales para este tercer mandato de Foglia, como así también para toda la población de Carlos Casares.